ARQUITECTURA EMOCIONAL A TRAVÉS DE LA NARRATIVA CINEMATOGRÁFICA
- Patricia Vera Paparoni
- 12 nov 2017
- 5 Min. de lectura
La cinematografía posibilita la superación de la imagen y la creación de una arquitectura más completa y más rica en experiencias, es así como la usamos de referente para la proyección de la obra arquitectónica, a través de sus técnicas de creación. Apunta Carolina Ferreira en su ensayo titulado “El tiempo arquitectónico, la secuencia espacial como soporte de la idea” (2013), que la arquitectura debe gestarse desde la dimensión del tiempo, desde la voluntad de configurar espacios y significarlos a través de situaciones espaciales organizadas intencionalmente en una secuencia espacial.

Una secuencia espacial bien planteada supone una serie de espacios calificados para habitar, donde el usuario recibe la información perceptual que procesa con su mecanismo sensorial. Esta secuencia al denotarla además como una ‘estructura espacial’, nos da pie para empezar a imaginar el planteamiento del espacio a través de situaciones que se articulan en partes interrelacionadas entre sí.
Una estructura espacial determinada por ciertas situaciones concibe emociones que ofrecerle al espectador, quien tendrá diversas impresiones del espacio según lo apunta Donald A. Norman, profesor de Ciencia y Tecnología de la Información y Psicología en Northwestern University y cofundador de la empresa de consultoría Nielsen Norman Group, en el año 2004, en su libro “Emotional Design: Why We Love (or Hate) Everyday Things”, que existen 3 reacciones emocionales que evocan los productos en las personas a través del diseño: Diseño Visceral, Diseño Conductual y Diseño Reflexivo.
Es por esto que una secuencia espacial traerá consigo diversas emociones al usuario, sabiendo que éstas despiertan placer, creatividad, y hasta ofrecen una concepción distinta del espacio.
Lamentablemente en esta sociedad no se encuentra diversidad de edificios concebidos desde la percepción de la arquitectura emocional debido a la falta de presupuesto o incluso al desinterés por este tipo de vivencias, lo cual apunta a un problema de gran índole, pues la falta de identidad del lugar y de pertenencia por parte del habitante conlleva a una carencia vivencial, donde se llegan a concebir lugares de una manera errónea, afectando así al buen desarrollo de la actividad a realizar, y por ende disminuyendo la calidad de vida.

Asimismo, la falta de comunicación espacial entre los elementos presentes conlleva a una ruptura en el perfil de la imagen urbana y desorientación por parte de los usuarios.
Además de ello, la ausencia de espacios planificados para el desarrollo de actividades populares dentro de la zona lleva a improvisar diversos espacios, entre salones, estudios de grabación y salas de orquestas, disminuyendo así resultados exitosos que se pudieran obtener con unos espacios acordemente diseñados para sus usos.
En el caso de la localidad a intervenir, en el municipio Antonio Pinto Salinas del estado Mérida, se vislumbra la intención de tener un centro de música, pintura y danza, separados entre sí por la carencia de espacios para el desarrollo de estas artes. Así bien, cada una emplazada en espacios donde sus usos han sido cambiados, para darle pie al desarrollo de actividades académicas y culturales, pues son bien, actividades concebidas como de mayor demanda dentro de la población de Santa Cruz de Mora.
Sin tener en cuenta muchas de las necesidades que surgen al tener un centro de artes como éste; salones para las clases teóricas y otros para las prácticas, talleres, camerinos, depósitos, salas de ensayos, auditorios y teatros para las presentaciones, administración, además de los espacios comunes como tiendas de arte, áreas de descanso, bar, café, restaurante, atención al público, librería, entre otros.
Todo este conjunto de carencias percibidas dentro del ámbito a intervenir está amenazando contra la tranquilidad del habitante, lo cual repercute directamente en la calidad de vida.
Entonces nos preguntamos, ¿por qué es importante todo este asunto?
La inexistencia de la calidad de vida en un grupo de personas los mantendrá en situaciones marginales, ocupándoles en problemas fundamentales en lugar de un aprovechamiento cultural y social, donde existan intercambios de conocimientos y diversidad de actividades a desarrollar para el bien común de la sociedad.
El enfoque compositivo que se le dará a esta narración será desde la relación entre el cine y la arquitectura, donde es pertinente apuntar que “la construcción de realidades cinematográficas por medio del montaje tiene un paralelo muy cercano con la de la construcción de las realidades espaciales concebidas por el arquitecto”. (Villarreal, 2011).
Así pues, a través de un encuadre se exhibe el desarrollo espacial que se quiere argumentar.
Diversos planteamientos han surgido desde la mirada cinematográfica, donde grandes cineastas como Stanley Kubrick, Hitchcock, David Lynch o Eisenstein conciben la arquitectura y las espacialidades creadas a partir de ella, como factor principal para la composición de sus planos en sus largometrajes. Si se da un vistazo a las primeras películas, se puede notar que el cine ha reflejado la vida urbana a través de sus propios medios de representación. Si se reconsideran estas películas, se puede contribuir a entender la formación de estructuras culturales en relación con sus entornos arquitectónicos. Por una parte influye el deseo de entender más profundamente los lugares en relación con las personas, y por otra parte, el interés por entender mejor las películas a través delos entornos arquitectónicos; ambas son razones que vienen manteniendo esta interrelación desde comienzos del S. XX.

Según (Kale, 2003) “Desde los primeros años del siglo XX, principalmente en Alemania, el expresionismo había influenciado distintas formas de arte como la pintura, la música y la arquitectura. Consecuentemente, la capacidad del cine para expresar emociones e ideas había impresionado también a los cineastas. Ellos usaban la luz, el espacio y los colores como una manera simbólica para expresar las lúgubres condiciones de la sociedad, además de representar la psicología de los individuos urbanos. Debido a la crisis de la industria de la construcción después de la I Guerra Mundial, muchos arquitectos diseñaron edificios expresionistas, pese a la incapacidad de encontrar una oportunidad para construirlos.
Los diseños de montaje, ya fuera simbolizando el impacto de la metrópolis en la psicología de los habitantes urbanos o reflejando una mirada interna sobre el espíritu de la época, eran en cierto sentido el resultado de las deficiencias económicas sumadas a los impredecibles cambios políticos. Fue así como los arquitectos, que buscaban expresarse a través de sus diseños, tuvieron un eficiente rol en el desarrollo del cine como forma artística”.
Del mismo modo, desde la narrativa arquitectónica, se diseñan espacios de manera laberíntica a través de los recursos espaciales para transportar al usuario a un punto emocional donde se encuentren con la sorpresa tal como sucede en una película de ficción.
La manera como imagen tras imagen se va encadenando una historia para la construcción de una realidad, en la cual se van articulando los espacios, resultando secuencias espaciales temporales, es característica de una narrativa como elemento que establece un orden en el desarrollo de una historia. Tal es el caso de la obra de Le Corbusier denominada ‘La Alhambra’, donde existe un montaje realizado mediante contrastes, los cuales recalcan la experiencia de su recorrido al ser éste un acto consciente y emotivo.
“La emoción de llegar a sus patios y salones a través de una serie de espacios dispuestos casi laberínticamente y la sorpresa de esa primera impresión al conocerlos, guardan una relación cercana con la experiencia cinematográfica”. (Ugarte, 2011)
La propuesta de solución a través del espacio a proyectar refiere a las secuencias espaciales que puedan ser vividas, además con un toque atractivo, las cuales inspiran y proporcionan creatividad a quienes la habiten, pues así darán pie a sacar potencial de los habitantes, ofreciéndoles un mejor lugar de esparcimiento, igualmente confort y alta comunicación, un punto de quiebre entre lo cotidiano y lo recreacional de cada individuo.
Por ello se denota el mal enfoque de la arquitectura, una obvia carencia de ésta, que termina por ser reemplazada por edificaciones improvisadas, lo cual apunta directamente a la falta de calidad de vida en el día a día del desarrollo de las actividades de los habitantes en cuestión.



Comments